domingo, 20 de junio de 2010

Contra el sectarismo...


La convocatoria de Huelga General venía siendo una de las grandes reivindicaciones de las fuerzas políticas y los movimientos sociales a la izquierda de la izquierda gestionaria: el 29 de Septiembre se alza como la fecha elegida por aquell@s que tanto han tardado y que de seguro no lo han hecho por convencimiento propio para llamar a la movilización. Que sea efectiva o no depende sólamente de nosotr@s.

No obstante, durante todos estos meses, por no decir años, ha ido creciendo un descontento general entre much@s trabajadores, tanto activos como no activos en la lucha política y sindical, dirigido hacia los denominados como sindicatos mayoritarios, sin duda alguna no falto de razones, fruto de una estrategia sindical errónea (1) y actitudes políticas que primaban el pacto social a los derechos e intereses de la clase trabajadora. Junto a estas críticas, han nacido organizaciones sindicales y políticas con programas progresistas y de ruptura con el sistema en el que vivimos, dotados de amplia conflictividad y de grandes dosis de democracia interna.

Sin embargo, en el seno de estas actitudes críticas y de estas fórmulas organizativas al margen de las burocratizadas estructuras verticales de CC.OO y UGT, también se han desarrollado posturas sectarias que han faltado de forma flagrante a una realidad: la necesidad de saber separar las decisiones de las direcciones de las bases afiliadas a estas organizaciones.

Esta total e intencionada falta de profundidad en el análisis de la situación de la clase trabajadora en cuanto a la participación política se ha materializado en convocatorias alternativas que pretendían competir con las de esos sindicatos mayoritarios y que se llenaban de consignas que difícilmente podrían concienciar a sus afiliados o simpatizantes sobre la necesidad de otro sindicalismo.

La Huelga del 29 de Septiembre quizás sea una nueva oportunidad para debatir el por qué ha de darse un espacio de confluencia entre tod@s aquell@s que pelean por lo mismo. Un espacio que sea capaz de aglutinar a los diversos sectores, independientemente de la marca a la que pertenezcan, sin sectarismos, reproches o desconfianza, como si la categoría de trabajador o sindicalista pudiese establecerse en base a las siglas de afiliado que constarán en su carnet de activista. No, la situación es mucho más compleja, y tan trabajador es un afiliado a UGT como a CGT o S.A.T.

De todas formas, nada nuevo bajo el sol. En 1938, León Trotsky escribía, en su Programa de Transición, como "Bajo la influencia de la traición y de la degeneración de las organizaciones históricas del proletariado, en la periferia de la IV Internacional han nacido o han degenerado grupos y formaciones sectarias de diferentes géneros. En su base estos núcleos se niegan a luchar por los intereses y las necesidades elementales de las masas, tal como ellas son. La preparación de la revolución significa para los sectarios convencerse a sí mismos de las ventajas del socialismo. Proponen volver la espalda a los viejos sindicatos, esto es, a decenas de millones de obreros.", y bastan estas palabras para resumir de que estamos hablando.

El debate, por tanto, no se encuentra en por qué estar en un lado o en otro, sino en como conectar las luchas, federar la acción cada cual dónde se encuentre, que será desde donde pueda trabajar y en la posición de logre enlazar con el máximo número de compañeras y compañeros de trabajo o de militancia. Es decir, avanzar en la imperiosa necesidad de pelear por los intereses y necesidades elementales de las masas y no sólo estar junto a los elementos más concienzados de éstas, en intersecciones colectivas donde el convencimiento de otro mundo ya está logrado. Y, si no avanzamos en la conformación de un frente de lucha único, sindical, la batalla estará perdida de antemano.




1. Errónea puede ser un eufemismo para referirnos a una estrategia consistente en anteponer el pacto social, es decir, la constricción cada vez más flagrante de los derechos de la clase trabajadora a cambio de mayores márgenes de beneficios para los propietarios, banqueros y políticos de turno, a una verdadera estrategia en defensa de los derechos e intereses de la mano de obra empleada o desempleada.

1 comentario:

  1. En la primera imagen la clase obrera se une para dar poder a la derecha.... ese es el menaje que deseas transmitir??

    ResponderEliminar