domingo, 20 de junio de 2010

La Huelga General y la conquista del derecho a tener conciencia...


Por fina llega la tan esperada Huelga, a la que se ha hecho esperar con un dilatado impass impregnado de esa lucha de clases desde arriba y a la que ni las burocracias mas enraizadas ni los trepas mejor posicionados han podido detener: no obstante, aún está todo por hacer.

Una lectura a vista de pájaro de la realidad que atañe a la clase trabajadora, un pequeño viaje de la mano del paro, la explotación, la miseria y la tremebunda hipocresia que vende el sistema en el que vivimos nos deja un ponorama sórdido, intoxicado, con una desconciencia de clase alimentada por las retahilas del sistema y un cruce de posiciones, de opiniones, una bateria de sentimientos, aspiraciones y descontentos ante el ente de la Política. Pero, a pesar de ello, las contradicciones del sistema no pueden esconderse más, por mucho que quieran esos que, a la misma vez que niegan la lucha de clases, se saben respaldados por la realidad de estar ganándola (1). Y ante eso, se nos dibuja un escenario mucho mas complejo, pero algo menos sombrío, una cuesta arriba un poco menos pronunciada: sin duda alguna, seremos testigos de un aumento de la conflictividad social, que mostrará la contradicción entre la deseperanza de la desconcienzada clase trabajadora y el crecimiento de dicha conciencia.

Dicho escenario nos recordará al Mito de la Caverna en su versión más platónica, con la ceguera de quien lleva años viendo las sombras de una realidad que no existe más que en la propaganda del más puro estilo goebbeliano: y ojalá que dicha ceguera dure el tiempo justo para poder cerrar la puerta de la caverna y no dar oportunidad a sus máximos gendarmes para que construyan una aún más grande.

Como decimos, se nos presenta una oportunidad importantísima, campo complejo que abonar y sobre el que trabajar, pues todo está por hacer: la huelga está por construir.

Es necesario que rompamos con estereotipos y prejucios, algunos no falto de una razón histórica, y que recuperemos las herramientas de la clase trabajadora, los espacios de organización y las fórmulas de resistencia y avance. Y para comenzar ese largo camino no desprovisto de baches aún tenemos todo un verano que, para los tiempos que nos marca nuestra realidad política es poco, pero al menos es algo. Es el momento para tod@s aquell@s que criticaban las huelgas sectoriales y que utilizaban la actitud expectante de las direcciones de los sindicatos "mayoritarios" para poder excusarse ante la solidaridad y la pelea requerida por el momento en el que nos encontramos se pongan a caminar hacia el lema que ha vertebrado a los movimientos sociales en los últimos meses. Ahora tocar mover ficha y pelear por una Huelga General de verdad, que paralice el sistema productivo, el país, y el resto de estados en los que está convocada, porque no lo olvidemos, es una Huelga General convocada en países como Francia o Italia.

Esta tarea, huelga decir, ni será sencilla y puede que poco gratificante. Desde nuestros centros de trabajo hasta nuestros barrios, tendremos que polemizar, debatir, contestar y, sobretodo, defender, el por qué de la pelea, la lucha, y la necesidad de que se movilice una clase trabajadora adormecida para sí pero más explotada que nunca en sí. Si esta tarea se realiza, se lleva cabo, entonces la Huelga ya será un exito. Y no lo será por el resultado estadístico que se publiquen en gráficas en días posteriores al 29 de septiembre, sino porque las posiciones críticas con esta maquinaria insulsa e ineficiente pero tremendamente sólida llamada capitalismo habrán salido reforzadas, ya que el sujeto de cambio, es decir, los trabajadores y trabajadoras habrán caminado hacia la toma de conciencia de quién debe entender que las cosas no sólo pueden cambiarse, sino que deben ser cambiadas.



1. Warren Buffet, considerado el tercer hombre más rico del mundo por Forbes, no duda en reconocer que "Hay lucha de clases, sin duda, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando"

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